10.5.10

Lovage - Music To Make Love To Your Old Lady By (2001)

Esta vez me doy a la divertida labor de hablar sobre Lovage, un proyecto algunos dirían un tanto hipnótico, otros dirían cachondo y otros más dirían, incluso, sabrosón. Yo, además de todo lo anterior, añado que es electrónica e intertextualmente kitch. La historia comienza con la portada, misma que alude a la del cabaretesco álbum no. 2 del gran Serge Gainsbourg, editado en 1959: un tipo vestido con un traje gris y corbata beige quien fuma sentado frente a una mesa antigua sobre la cual hay un buqué de rosas rojas, un enorme cenicero de cristal y un revólver Mágnum .44 tipo Harry el Sucio. Luego, la impronta del título lo dice casi todo: Music to Make Love to Your Old Lady By (2001). Como podrán distinguir los más avezados, el título guarda cierta relación con aquél del disco en el que apareciera el mismísimo Alfred Hitchcock: Music To Be Murdered By (1965), en el cual se puede escuchar al “Amo del Suspenso” narrar relatos breves. Los coqueteos con Hitchcock no acaban aquí, las canciones To Catch A Thief (sensual y deliciosa, por cierto), Lifeboat (un poema cuidadosamente escrito, amoroso y trágico) y Strangers On A Train son igualmente títulos de películas dirigidas por él y datan de 1955, 1944 y 1951 respectivamente.

El proyecto Lovage estuvo conformado por 4 personajes bien conocidos en el circo musical contemporáneo: en primera instancia, tenemos a Dan The Automator, productor hiphopero a quien se le relaciona con selectos productos tales como: Gorillaz, Handsome Boy Modelling School, Peeping Tom, Crudo, entre otros. En segunda instancia, tenemos al máster de másters Míke Patton, recordado e inmortalizado por bandas como Faith No More, Mr. Bungle, Tomahawk, Peeping Tom, Fantômas y los que se acumulen esta semana. Mike Patton junto con la suspirante y sexual voz de Jennifer Charles hacen los diálogos, cantan, se seducen y se pelean a lo largo de los 16 tracks contenidos en el disco. Por último, que no menos importante, se cuenta la presencia de Kid Koala, DJ y tornamesero (que no es lo mismo, pero es igual) canadiense, igualmente relacionado con nombres como Gorillaz, Peeping Tom, Amon Tobin y The Slew. Pues bien, ellos son los encargados de ponerle el tono caliente a la atmósfera. Ellos son los afrodisiacos de este soundtrack del sexo que se oculta detrás del amor.
 
La música que pretende que la fornicación, la cópula, el apareamiento, la cogida, el polvo, el amancebamiento, el parche, la follada, el palo, el coito, el brinco, el sexo y el amor se lleven a cabo durante su reproducción (la de la música), es primordialmente una combinación de sonidos trip/hip hop y acid jazz. Así, despacito, Patton y Charles hacen y rehacen diálogos tan sugerentes como: Skin to skin / Honey hold tight / Come inside it's a passion play just for you / Let's get lost in the magic place alone now / Drink your fill from a fountain of love wet your lips. Así, suavecito, la música de Automator y Kid Koala dibuja el camino húmedo que pretende acabar de manera multiorgásmica. Ah, ah, ah, ah…!

Y por si todo esto fuera poco, la palabra “lovage” es el nombre de una planta europea, a la cual se le atribuyen poderes amorosos. Es decir, una especie de toloache versión alfalfa mediterránea.
 
Como mencioné arriba, la música es suave y mantiene el nivel. Nunca se acelera, pero tampoco aburre. Además, las letras son profundas, bien pensadas. Hay en las canciones un sentido poético reconocible y cada una intenta narrar una situación, una escena distinta. La riqueza del lenguaje no se puede pasar por alto. Incluso en el track 4, Everyone Has A Summer, compuesto de fragmentos y citas de la película Airplane!  (aquella que en 1980 protagonizó el cagadísimo Leslie Nielsen) hay bastante creatividad para escoger e hilvanar las frases de manera que terminen narrando una pequeña historia de resentimiento amoroso.

Y después de tanta descripción, comprenderán, amables lectores, que bajarse del guayabo mientras se escucha Music To Make Love… se convierte en una misión cuasi imposible. Por lo que este columnista recomienda a quienes, por ocultas e incomprensibles razones, estén evitando matar al oso a puñaladas, que mejor se abstengan de escucharlo. Y quienes no…

2 comentarios:

Thai Khan dijo...

¡¡sensualmente divertidoo!! me sumergiré en su música. Gracias!

Diábolo dijo...

Qué bien que te gustó, Thai! Pero cuidado es tremendamente peligroso, ya sabes...!